La diferencia entre opiniones y realidades se ha hecho cada vez más difusa, en especial gracias al postmodernismo (se deja de tarea al lector ir a la wikipedia a verificar esto) que fundamentalmente defiende el relativismo y otras formas de pensamiento basadas en el escepticismo. En principio está bien poner en duda y querer observar la realidad en perspectiva o en relación a otras circunstancias, siempre que el objetivo final de concebir la realidad no transforme en mera pose egocentrica y sin contenido. El escepticismo ha existido desde antes del postmodernismo y permite poner a prueba las teorías, pero jugar el escepticismo indefinidamente para no tomar definición objetiva es un veneno que hoy impide concluir con claridad sobre casi cualquier cosa.
Se puede comenzar a percibir y a distinguir «realidad» de «opinión» cuando ubicamos que en la historia de la Tierra hay algo así como 4,500 millones de años, de los cuales, sólo el último millón de años contiene AL SER HUMANO.
La Tierra es y ha sido esa cosa hecha de materia que llamamos inerte -o sin vida-, luego creando vida «biológica», independientemente de cómo pueda percibir todo eso el Ser Humano, pues los sucesos «Terrestres» se dieron por 4,499 millones de años como por ejemplo la formación de vegetales, insectos, reptiles, cosas que tuvieron lugar, sin que importe cómo lo percibiera el ser humano, porque éste simplemente no existía.
Afirmar que «La Tierra tiene aves» no está sujeto a relativismos o a cuestiones de opinión. Tampoco requiere que quien lo afirma sea ORNITOLOGO.
No les alargo esto y pasemos al tema.
En estos días de turbulencia política y económica, en la que Grecia o Italia pierden su presidente por orden de la Comisión Europea y no por la tradicional «soberanía» popular, se escucha y se lee esta expresión:
TODO ES POR CULPA DEL CAPITALISMO
¿Es opinión o es realidad?
Y cuando La Unión Soviética sufría con su comunismo, ¿ERA POR CULPA DEL COMUNISMO?
Está en la propia historia que no es cómo se le llame, sino qué tan corrupto sea la cosa en cuestión.
Un comunismo corrupto donde la cúpula del poder se enriquece ilegítimamente destruye a las naciones enteras, por lo tanto no es el comunismo sino la corrupción.
Lo mismo pasa con el capitalismo, que no parece tan malo mientras transforma materia y trabajo para dar servicios y productos diversos que satisfagan las necesidades cotidianas de todo tipo. Incluso podemos llamarlo comunismo y hacer el mismo trabajo y dar satisfactores a la población. La cosa se descompone cuando SE DESPIERTA LA CODICIA; cuando se descubre que la utilidad del 10% podría ser del 15 si la mano de obra la bajo del 25 al 20%. Luego puedo subir la utilidad del 15 al 20 si le pellizcamos otro 5% a la mano de obra o a los materiales (proveedores). Peor todavía cuando sobornamos al gobierno para que nos facilite estas maquinaciones y operaciones, afirmando cosas como que el salario mínimo es tal, aún cuando sabemos que ese salario mínimo no alcanza para comprar la canasta básica. En fin, todas estas maniobras NADA TIENEN QUE VER CON EL CAPITALISMO, pues también se dieron durante el COMUNISMO.
Esas maniobras se llaman CORRUPCION y han también sucedido a lo largo de la historia en todo tipo de regímenes, hayan sido Imperios, Monarquías, Repúblicas, Dictaduras, etc.
El tema de la opinión versus realidad tiene mucho que ver porque es facilísimo encontrar quien «opina» que el problema es el capitalismo o quien «opina» que el problema es la corrupción, en medio de una extraña timidez por hacer un análisis histórico donde claramente se ve que aquellos gobernantes abusivos o bandidos han generado guerras civiles y sus pueblos les han cobrado sus abusos. Esto incluye «gobernantes espirituales». Todo aquel que se pasa de la raya y abusa de la gente que se supone gobierna o guía, tendrá que pagar una especie de cobro o venganza de parte de esa gente -o de su descendencia.
¿Pero por qué es importante distinguir? ¿Qué acaso no basta con que cada quien tengamos nuestras opiniones y no haya verdad absoluta?
Ese es el problema mismo. Cuando no hay verdad absoluta -cosa adoptada muy de moda del propio postmodernismo- se fomenta el individualismo y la falta de cooperación, porque no hay concenso ni tampoco importa el concenso. Los diagnósticos no logran definir causas claras porque cada miembro ve causas distintas y cada cual es muy respetuoso de las observaciones ajenas, pero hay poco interés en llegar al fondo porque eso implica aceptar que la observación propia está equivocada, o que la observación ajena es correcta. No que haya algo de malo en eso; hemos recorrido la escuela experimentando que si obtenemos calificaciones de 8 o de 7 o 6 es porque tuvimos errores, porque las ideas no nos quedaron claras o porque no nos importó el tema.
Pero si se forma un grupo para buscar concensos, lo menos que es deseable en la personalidad de los miembros es que no les importe poner a prueba sus puntos de vista. Todavía peor, que a pesar de la realidad ya claramente detectada, se rehuse al acuerdo por razones de conveniencias políticas que nada tienen que ver con el bien general, sino con el bien de un grupo de interés.
Pasemos ahora al caso práctico.
La base fue dada hace tiempo en los temas de MAXIMA TRANSFERENCIA DE POTENCIA. Se hacía referencia a que sistemas de máquinas y circuitos eléctricos REQUIEREN este principio pues de otra forma no harían bien su trabajo. Aquí lo que comienza a ser absurdo es que este tema es NECESARIO para los ingenieros PERO ES TOTALMENTE DESCONOCIDO para un abogado o un economista y de hecho ambos también trabajan con sistemas pero humanos.
Lo absurdo de este hecho es que el sistema electromecánico deba funcionar bien, pero el humano carece de estrategia matemática para hacerlo funcionar bien.
Hay base legal, hay reglas económicas, pero lo que al final determina el resultado de la justicia es una cuestión cuantitativa, un asunto de números. Esto no es una opinión, ¿cómo se sabe? porque el resultado del desempeño de cada país se expresa en sus estadísticas anuales. Qué tan buenas son, qué tan generales o qué tan útiles es otro tema, pero los países miden y reportan. Maquillan más, menos o nada, pero hay departamentos con presupuestos millonarios sólo para medir con números esto de QUÉ TAN BIEN O QUÉ TAN MAL ESTAN LOS PAISES.
Así es que si el sistema electromecánico ha de ser extremadamente preciso y la sociedad que SABE hacer sistemas precisos, se permite excesos que al final generan injusticia ¿qué nos está fallando?
Pues justamente está fallando cómo percibimos. Tienes oídos oyes. Tienes oídos entrenados para oir cierta música, oirás mejor que los que no. Y lo mismo con el cerebro. Si se entrena para ver realidades o subjetividades, creará soluciones o bien creará problemas y más problemas.
Otra realidad es que hemos venido creando más y más problemas sociales y económicos a pesar de estar creando soluciones tecnológicas impresionantes. Pero los encargados de crear problemas socio-económicos tienen otra formación mental distinta a los que crean soluciones tecnológicas.
No que unos sean más listos o más tontos. Está claro que los cerebros son capaces unos y otros, pero cómo se alimentan y se entrenan estos cerebros, es un tema SERIO que requiere atención y que no se está atendiendo.
LOS GRUPOS DE PODER
Estos llegan a ser el obstáculo principal a la solución de conflictos socio-economico-políticos. Por una razón: desconocen EL TEOREMA DE MAXIMA TRANSFERENCIA DE POTENCIA. Ellos no ven que está comprobado que un sistema electrómecánico es eficiente y muy rico gracias a la aplicación de este principio.
Pongámosle números:
Hay un promedio de 30 familias poderosas por cada 120 millones de habitantes. Extrapolando este número al planeta, 7 mil millones de habitantes ÷ 120 millones tenemos 60 veces x 30 familias poderosas = 1,800 familias poderosas en todo el mundo, con más o menos unas 5 o 10 en la cúspide que están por encima de ese selecto grupo de 1,800.
Sin soltar mucho número todavía, sólo analicemos un principio aritmético básico. Hoy en día, estas familias poderosas lo son porque «pellizcan» un poco o un mucho de lo que cada quien debería ganarse por su trabajo. Cada país tiene un PIB, un producto interno bruto y de estos hay escencialmente 2 tipos de PIB: El PIB de paises «ricos», que está por ahí de los 50,000 dlls anuales por habitante, mientras que en los países pobre en general es de el 10% de eso, 5,000 dlls por habitante.
La familia poderosa piensa que esta situación de 20 paises ricos y 170 paises pobres es la mejor manera de ellos ganar más, pero ahí van los resultados:
El producto o PIB per cápita del mundo está al rededor de los mismos 5000-6000 dlls y no al rededor de los 50,000 dlls, lo cual comprueba que la visión de estas familias poderosas es equivocada, porque si ellos ganaran el 10% de la riqueza mundial, al día de hoy ganarían:
6000 dlls x 7,000 millones de habitantes x 10% = 4.2×1012, mientras que si el promedio mundial fuese mayor que 6000 dlls per cápita, obvio que estas familias poderosas ganarían cualquier cosa por encima de lo que hoy perciben.
Pero POR CUIRIOSIDAD, cuanto es eso de 4.2×1012 entre las 1,800 familias = 2.3X109 por familia, que viene a dar una pauta de que AÚN ENTRE ESTAS FAMILIAS hay sus diferencias o sus tercermundismos.
¿Cómo se lee ese número?: 2,300 millones de dólares por familia «poderosa» AL AÑO. Que muchos de estos aún al paso de 1 generación a penas han atesorado 1000 millones de dólares, lo que en USA llaman «billon» al mil millones (un uno seguido de 9 ceros) y nosotros llamamos billon al millon de millones (un uno seguido de 12 ceros, que ellos llaman trillón el cual para nosotros es un uno seguido de 18 ceros).
De cuanto sería este número si el promedio mundial de PIB per cápita se duplicara de 6,000 a 12,000?, pues que los ricos pasarían de 2,300 millones anuales a 4,600 millones anuales.
Y eso es el teorema de máxima transferencia de potencia aplicado A LA SIMPLE CODICIA. Por no aplicarlo, la codicia genera guerras. Si se aplicara, duplicaría y triplicaría ingresos, se MAXIMIZARIA la potencia ECONOMICA, SOCIAL y política, además de cultural.
En forma práctica, los bichos del planeta lo demuestran cómo se hace: TODA colonia de abejas tiene bastante miel. Todo escarabajo pelotero mueve una bola de popó más grande qué el mismo escarabajo.
La ciudad no deja vivir muchas cosas, pero La Tierra ha dado vida sin avances tecnológicos por miles de millones de años, PORQUE, los seres de la Tierra TRABAJAN EN EQUIPO y unos ayudan a otros.
Todo es cosa de que se nos ocurra cómo ser más miserables y SEREMOS MISERABLES, de eso no hay duda porque ya hay historia que lo demuestra, sin necesidad de pensar que son opiniones. Eso es realidad, es un hecho o muchos hechos ya escritos.
El meneo de la ignorancia se da cuando perdemos de vista la raíz del problema y nombramos y listamos supuestas causas que claro que son causas reales, pero no fundamentales.
Si acordamos que efectivamente el teorema de maxima transferencia de potencia es la causa de todos nuestros males y que no entenderlo es visto como un problema educativo o bien como uno de valores, es el caso clásico de cómo nos hacemos bolas con las ideas, porque si un problema es causado por FALTA DE AGUA, la solución es que haya agua. Lo de menos es discutir si la falta de agua es un tema moral, espiritual, educativo, antropológico o filosófico, el caso es que el agua debe traerse. Desde luego que para traer el agua, hará falta educación, consciencia, los valores espirituales serán de alguna ayuda pero sea el factor que sea, SI AYUDA A SOLUCIONAR EL PROBLEMA, intégrense y mientras ubicamos la antropología en el problema del agua, el océano, las nubes y el sol transportan agua incesantemente y sin discutir. Es decir, mientras discutamos cómo aumentar la eficiencia de algo que aún no hacemos, la eficiencia será cero.
La eficiencia del primer intento podría ser 30% o 40%, y la discusión podrá estar sucediendo por 1 o más años sobre cómo pasar del 60 al 80% de eficiencia y mientras discutimos no contamos ni con el 30% o 40% porque seguimos EN CEROS. Si nos basamos en prejuicios y tabúes, la acción -aún que fuera- de baja eficiencia ya nos daría información objetiva (y no opiniones) sobre la realidad.
Sí ha habido un esfuerzo para negar la aplicación de tecnología propia, porque el no aplicarla beneficia la política neocolonialista: «que otros más mal pagados que nosotros lo hagan» es la traducción de esta política, pero su sinónimo es «exportemos empleos y devaluemos -mal paguemos- ese trabajo», sin ver que es un suicidio porque aquello que un día valorábamos como muy bueno ahora lo hemos convertido en una baratija tan sólo porque gente necesitada acepta pagos miserables, lo que -como ya vimos- reduce el PIB per cápita mundial y no maximiza el ingreso ni de ricos ni de muy ricos.
Peor aún, genera extremos entre los mismos ricos, pero todo por no comprender y ni siquiera voltear a ver ese principio que YA USAMOS PARA CONSTRUIR un motor o un circuito cualquiera.